Las Organizaciones de la Sociedad Civil y su papel preponderante en las Comunidades Educativas

febrero 2021

La Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) y la Oficina Nacional de la UNESCO en México, en colaboración con la Fundación SES de Argentina presentaron los resultados del estudio: “Educación no formal, desarrollo sostenible y la Agenda de Educación 2030: estudio de prácticas de la sociedad civil en América Latina y el Caribe”.

Este estudio identifica desafíos y formula recomendaciones para abordarlos a partir del fortalecimiento del rol y del trabajo de las organizaciones de la sociedad, en articulación con los distintos sectores, considerando la importancia de su participación e incidencia en las políticas públicas que hacen posible los avances hacia el cumplimiento de la meta 4.7 de la Agenda de Educación 2030.

La presentación de los hallazgos del estudio fue realizada a través de un evento virtual moderado por Romina Kasman de OREALC/UNESCO Santiago y Adolfo Rodríguez Guerrero, de la Oficina Nacional de la UNESCO en México; las palabras de apertura a cargo Mary Guinn Delaney por OREALC/UNESCO Santiago, Rosa Wolpert de la Oficina Nacional de la UNESCO en México y Alejandra Solla, por la Fundación SES, Argentina.

Contó con la ponencia de Marcela Browne, de la Fundación SES – Argentina, Nelsy Lizarazo de CLADE y Marcela Ballara miembro del GT de Educación, Ciencia y Tecnología del Mecanismo de Participación de la Sociedad Civil de América Latina y el Caribe para el Desarrollo Sostenible.

El estudio analizó 27 iniciativas de América Latina y el Caribe para conocer cómo las organizaciones de la sociedad civil contribuyen a impulsar la promoción del desarrollo sostenible a través de la educación no formal, con su apoyo a los esfuerzos que realizan los países por cumplir con la Agenda de Educación 2030.

En la región, el apoyo de la sociedad civil es esencial para lograr las metas de la Agenda de Educación 2030, ya que estas promueven la reflexión y el desarrollo de prácticas y experiencias que priorizan el acceso a una educación de calidad, inclusiva y con equidad, a lo largo de la vida, como un pilar central en el logro del desarrollo sostenible. Esta es la principal conclusión de Educación no formal, desarrollo sostenible y la Agenda de Educación 2030.

El documento detalla como inciden las organizaciones de la sociedad civil en el desarrollo y monitoreo de las políticas públicas y la legislación:

  • Mejorando la articulación y convergencia intersectorial e interactoral, promoviendo la cooperación.
  • Apoyando y articulando con las comunidades educativas y organizaciones comunitarias para la innovación pedagógica y la creación de ambientes de aprendizaje seguros y sanos, generando conocimientos y herramientas desde una perspectiva de derechos, de equidad, solidaridad, sostenibilidad, paz, inclusión y justicia.
  • Aumentando la concientización y formación para la participación ciudadana y la creación de espacios para su desarrollo a lo largo y ancho de la vida.

Las 27 iniciativas de organizaciones de la sociedad civil (OSC) que aborda este documento pertenecen a Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Guatemala, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

La realización de este estudio representa un gran avance para el reconocimiento del papel de las organizaciones y grupos de la sociedad civil, como actores centrales e indispensables para el cumplimiento de las metas de la Agenda 2030.

El estudio destaca el enfoque global y contextualizado de las iniciativas realizadas por las organizaciones de la sociedad civil, el cual identifica, pondera y valoriza las localidades, su historia y diversidad cultural. De esta manera, crean una relación de confianza con las comunidades educativas y sus actores, lo que permite cambios importantes que favorecen una mayor participación de las y los estudiantes, permitiendo que participen de forma activa en la creación de propuestas en favor del desarrollo sostenible y a su vez, den solución a los desafíos que enfrentan sus comunidades.

Dentro de las principales conclusiones del estudio, resaltan las siguientes:

  • Las OSC inciden en políticas públicas y legislación: Tienen una gran capacidad, por ejemplo, para la creación de nuevas normativas. Promueven espacios para que los actores locales puedan fortalecer sus capacidades de organización, gestión y comunicación, así como resolver problemáticas comunes.
  • Las OSC mejoran la capacidad de articulación y convergencia de esfuerzos entre distintos sectores: Demuestran una gran habilidad para establecer lazos con distintos sectores y capacidad de construir articulaciones tripartitas (Estado, sector privado y sociedad civil). Esta articulación impacta directamente en la posibilidad de que las acciones sean sostenibles y escalables.
  • Las OSC generan contenidos desde una perspectiva de derechos, equidad, solidaridad, sostenibilidad, paz y justicia: Las experiencias estudiadas muestran que las OSC generan escenarios propicios y ponen de relieve las capacidades de reflexión y de adquisición de conocimientos necesarios para comprender mejor el mundo para que estas se asocien al fortalecimiento socioemocional, lo que redunda en el fortalecimiento de trayectorias de vida y del compromiso ciudadano.
  • Las OSC aumentan la concientización respecto a la importancia de la participación ciudadana con impacto para la transformación de valores y conductas cotidianas: Las organizaciones participantes en el estudio interpelan y contribuyen al fortalecimiento de las habilidades de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos como agentes de cambio. Potencian el alcance de las iniciativas, promueven el diálogo intergeneracional.
  • Las OSC cooperan para escalar: El alcance y el impacto de las iniciativas, aun de las más pequeñas, cobran potencia porque las organizaciones dejan insumos y capacidad instalada para darles continuidad a partir de colectivos empoderados, nuevas legislaciones, la producción de conocimientos y prácticas y el fortalecimiento de experiencias de cooperación y construcción colaborativa, etc.

El documento además menciona desafíos que aún existen para alcanzar la meta 4.7 en América Latina y el Caribe desde la experiencia y perspectiva de las OSC, así como también plantea estrategias para abordarlos con una perspectiva de colaboración intersectorial e interinstitucional.

Para leer el estudio completo: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000375308