OREAL/UNESCO y el BID presentan informe sobre la reapertura de las escuelas en América Latina y el Caribe

La Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) y la División de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentaron este lunes el informe ¨Reabrir las escuelas en América Latina y el Caribe. Claves, desafíos y dilemas para planificar el retorno seguro a las clases presenciales¨.
Este reporte, se propone reflexionar con base en la información disponible en la región, sobre las posibilidades, restricciones y necesidades que enfrentarán los países durante el proceso del regreso a clases presenciales.
El evento virtual fue moderado por Cecilia Berlanga del BID y contó con la ponencia de Claudia Uribe de UNESCO Santiago, Alejandro Vera de OREALC/UNESCO, Alejandro Morduchowicz y Sabine Aubourg del BID, Javier A. Medina Parra del Ministerio de Educación de Colombia y Kasan Troupe por parte del Ministerio de Educación de Jamaica.
Este informe analiza las posibilidades, restricciones y necesidades que enfrentarán los países de América Latina y el Caribe durante el proceso del regreso a las clases presenciales, considerando las siguientes dimensiones: escuelas seguras (infraestructura escolar, acceso al agua y saneamiento): recursos humanos (directores y docentes); educación remota (acceso a TIC y conectividad; financiamiento de la educación; e información y planificación.
En América Latina y el Caribe aún se desconoce la dimensión de los efectos de la pandemia en la educación, pero es bien sabido que tendrá significativas consecuencias en toda la población, con un mayor foco en los grupos más vulnerables, lo cual ampliará las brechas ya existentes. El COVID-19 ha puesto en riesgo los avances logrados hacia el cumplimiento de metas establecidas en la Agenda ODS 4-Educación 2030, y ha acrecentado la posibilidad de que no se alcance su cumplimiento.
Entre los desafíos arrojados por el informe, para el reinicio de las clases en el próximo curso lectivo, se encuentran algunos datos sobre el acceso a la conectividad y a las TIC, el incremento de docentes y directivos de las instituciones escolares para el 2021, sobre todo si el plan es sostener un sistema híbrido, entre lo presencial y virtual.
El documento señala a Paraguay como uno de los países con menos acceso a las TIC en la región. El 20.4% de los hogares del país cuentan con acceso a internet, mientras que solo el 25.4% cuenta con computadoras en sus viviendas.
La crisis ha golpeado más fuerte a quienes pertenecen a los sectores más vulnerables de la sociedad, que ya se encontraban en una situación de desventaja y han tenido mayores dificultades para continuar su educación de manera remota. El retorno a las escuelas, posiblemente a través de formatos híbridos, tampoco presenta un escenario alentador.
En el proceso del retorno presencial a clases, los esfuerzos orientados específicamente a no excluir aún más a las poblaciones que ya se encontraban en desventaja, se han vuelto clave. Estos esfuerzos pueden traducirse en dos grandes temas: el financiamiento de la educación y el acceso a la conectividad y las TIC.
Es necesario hacer énfasis en la importancia de poner en marcha acciones contras que mejoren el acceso a los equipos, conectividad eléctrica y acceso a internet, para quienes no poseen estos recursos; sobre todo en una sociedad en la cual el acceso al Internet y a la tecnología es cada vez más reconocido como un derecho.
En el informe, también se propuso analizar las condiciones estructurales de los sistemas educativos de América Latina y el Caribe para responder a la pandemia e implementar las recomendaciones internacionales para el regreso a clases presenciales.
Estamos ante una crisis mundial que ha marcado a todos los países, familias y comunidades, poniendo en peligro derechos humanos como el derecho a la educación.
Desde que inició la pandemia del COVID-19 los países han implementado distintos planes de respuesta y recuperación en los cuales es necesario incorporar a la educación como un elemento central; no solo para garantizar una respuesta en el ámbito educativo sino parar lograr una recuperación equitativa, inclusiva y sostenible.
Hoy más que nunca se hace necesario aunar esfuerzos para mantener los compromisos de cumplir con la Agenda 2030 y su ODS 4. Una inversión oportuna y eficiente puede ayudar a reducir los impactos actuales y futuros de la pandemia en la educación.