Reapertura de las escuelas: un debate con muchas aristas

Uno de los temas mundiales más debatidos actualmente, es la reapertura de las escuelas. Muchas aún permanecen cerradas, según la UNESCO 60.5% de alumnos a nivel mundial aún no han podido regresar a clases, debido a que los países donde residen, aún mantienen cerrados los recintos escolares. Añadiendo a esto los millones de estudiantes que se han visto afectados por las reaperturas de manera parcial.
La enseñanza a distancia, para su desarrollo, es necesaria una infraestructura digital suficiente, formación adecuada de los docentes para impartir las clases virtuales y una red familiar con un mínimo de formación y con posibilidades de dedicación. Todas estas circunstancias no se dan siempre.
En la actualidad, hay muy pocos países en los cuales la educación ha retornado a la completa normalidad. En su mayoría, continúan con un cierre total o parcial de las escuelas.
Dentro de las principales medidas acogidas por las escuelas que hoy en día se encuentran impartiendo docencia se encuentran:
- Estaciones para el lavado de las manos
- Distanciamiento físico
- Uso obligatorio de mascarilla
- Comprobación de la temperatura
En este proceso de reapertura, cada país ha respondido de forma distinta y se han registrado tanto casos de éxito como de fallidos.
Tras el reciente rebrote registrado en Alemania se implementaron nuevas restricciones y cierre de lugares como el caso de los bares, teatros, cines, parques de diversiones, gimnasios, etc. Sin embargo, las escuelas y guarderías se mantendrían abiertas.
España es el país europeo con la mayor cifra de contagios, allí han apostado porque los centros se mantengan abiertos para no poner en peligro la formación de toda una generación y porque están siendo referentes en la detección del covid-19; la mayoría de las comunidades mantienen una docencia semipresencial en la segunda mitad de la Educación Secundaria Obligatoria o, al menos, en bachillerato y Formación Profesional.
En Francia, a pesar del rebrote, el gobierno optó por reenviar sus estudiantes de regreso a las escuelas a principios de otoño. Los preescolares y escuelas primarias funcionan con flexibilidad debido a que la junta asesora del Consejo Superior de Salud publicó que los niños presentan poco riesgo de contraer casos graves y de propagar el COVID-19. Una de las medidas implementadas por el gobierno, ha sido la distribución de mascarillas gratis a los estudiantes.
La ciudad de Nueva York comenzó este lunes la reapertura escalonada de sus escuelas públicas, las cuales cerraron el mes pasado tras un repunte de los contagios de la COVID-19 en la ciudad, con la apertura de los centros de educación primaria (hasta 5 años). Esperando que todas las escuelas de los distintos grados de educación puedan retomar las clases a lo largo de diciembre y enero.
El cierre de sistema educativo en NY ha desatado un gran rechazo entre asociaciones de padres; profesores y padres de escuelas intermedias y superiores agrupados en la plataforma «Keep NYC Schools Open» pidieron frente al edificio de la Alcaldía el regreso inmediato a las aulas para 145 000 alumnos de quinto a duodécimo grado que estaban recibiendo educación presencial y que aún no tienen fecha de vuelta.
El caso de Israel ha sido uno de los más mencionados y no precisamente por su éxito en la reapertura. Este fue uno de los primeros países en reabrir las escuelas a mediados de mayo. Era uno de los ejemplos de cómo se podía doblegar la curva, pasando de un pico de 628 nuevos casos al día la semana del 3 de abril, a apenas una veintena el 17 de mayo, día de la reapertura.
Poco a poco los casos se fueron multiplicando hasta llegar a 154 estudiantes y 26 trabajadores en el mismo centro. Los contagios llegaron también a otras escuelas y el Ministerio de Educación cerró todos los centros con casos. A mediados de junio ya había 635 estudiantes y profesores contagiados y las autoridades habían cerrado 177 escuelas. Cuando acabó el curso había 977 infectados y 22.520 estudiantes y profesores en cuarentena. Se acabaron cerrando 240 centros educativos.
Cientos de miles de estudiantes de los grados de 7º a 10º han vuelto a clases esta semana, por primera vez en más de dos meses, al mismo tiempo en que los funcionarios de salud advirtieron de un nuevo cierre en un futuro próximo a medida que los casos de coronavirus continúen creciendo.
Las ciudades y pueblos con altos índices de infección (marcados como “rojo” o “naranja” bajo el llamado sistema de semáforos del gobierno) mantendrán las escuelas cerradas, y los estudiantes de secundaria y preparatoria continuarán aprendiendo a distancia. En áreas con menores tasas de infección por COVID, las clases de 7 a 10 grados pueden reanudarse al menos dos veces por semana, en grupos de no más de 20.
Contrario a Israel, Dinamarca es el primer caso de éxito en toda Europa. Fue el primer país europeo en reabrir gradualmente los centros educativos a partir del 15 de abril. Según datos oficiales recopilados durante las cinco primeras semanas de reapertura, la vuelta al colegio no ha provocado ningún aumento de casos perceptible entre estudiantes y profesores.
De acuerdo con el estudio, elaborado a finales de mayo, el número de contagios entre la población de cero a 19 años experimentó una tendencia a la baja desde finales de abril, pasando por un pequeño repunte inmediatamente después de abrir. Al estar tan próximo a la reapertura, las autoridades descartaron que este ligero aumento tuviese algo que ver con la vuelta a los centros.
La decisión de la reapertura fue aprobada por el Parlamento y se establecieron varias medidas de seguridad para evitar los contagios:
- Se fijaron «microgrupos» de alumnos, también conocidos como «burbujas protectoras», los cuales tienen entradas escalonadas.
- Horarios diferentes de comida.
- Establecimiento de zonas diferenciadas en el patio de recreo.
- La mascarilla no es obligatoria para los alumnos, pero todos se tienen que lavar las manos cada dos horas.
- No se permite la entrada a los padres.
- Las mesas están separadas unas de otras.
En Finlandia las escuelas abrieron a mediados de mayo y a finales las autoridades señalaron que no había ninguna indicación que sugiriese que la reapertura hubiese acelerado los contagios. Tanto en Finlandia como en Dinamarca el asunto se planteó como una cuestión de derechos de los estudiantes.
En Suiza, pese al rebrote, se plantearon evitar el cierre de las escuelas tomando medidas de distanciamiento en las aulas, desinfección de manos y el uso obligatorio de mascarillas para estudiantes mayores de 12 años y maestros.
Pocos países europeos han optado por cerrar sus escuelas, entre ellos están Grecia y Austria. Este último ha optado por dejar abiertas las guarderías para los padres que requieran que cuiden a sus niños en horario laboral y las escuelas primarias. Italia, uno de los países que se vio más golpeado por la pandemia, también optó por las clases presenciales.
El aumento de casos en Corea del Sur obligó a la capital, Seúl, a volver a la educación a distancia. Aun así, esta decisión no se aplica sobre los estudiantes de último curso de bachillerato, los cuales se enfrentaban la prueba de acceso a la universidad.
Cientos de miles de estudiantes con mascarilla, incluyendo 35 que dieron positivo al coronavirus, tomaron la semana pasada la altamente competitiva prueba de acceso a la universidad en Corea del Sur, a pesar del repunte de los contagios que obligó a las autoridades a endurecer las medidas de distanciamiento social.
En Argentina han reaperturado tomando en cuenta las siguientes medidas:
- Cumplimiento de protocolos estrictos en los espacios de las escuelas, preferentemente al aire libre.
- Uso de tapaboca.
- Manteniendo distanciamiento de al menos 2 metros (ingreso, permanencia y egreso).
- En grupos de hasta 10 personas en formato «burbuja», es decir, sin cruzarse con otros/as estudiantes y docentes.
- La participación de los/as estudiantes es de forma voluntaria.
Después de más de cinco meses de haber cerrado los colegios públicos debido a la pandemia de coronavirus, el estado de Amazonas, en Brasil, permitió el regreso de los estudiantes, lo que lo convierte en el primer estado de ese país en reanudar la educación básica presencial.
Los alumnos tendrán que mantener una distancia de 1,5 metros entre ellos, hacer uso de las máscaras médicas y las aulas estarán al 50 % de su capacidad.
Según la UNESCO, la reapertura de las escuelas debe ser segura y coherente con la respuesta general de cada país en materia de salud en el marco de COVID-19, y se deben adoptar todas las medidas razonables para proteger a los estudiantes, al personal, a los maestros y a sus familias.
En el Día del Niño, la UNICEF lanzó un comunicado en el que llamaba a “Evitar una generación perdida” por los daños ocasionados por la pandemia del COVID-19 a la educación, nutrición y bienestar de los niños. Según el informe de UNICEF, hasta noviembre de 2020 el 33% de los estudiantes matriculados en todo el mundo habían sido afectados por el cierre de las escuelas en 30 países. UNICEF calificaba los posibles contagios por el COVID-19 en niños como la punta del iceberg, llamando la atención sobre las consecuencias a largo plazo para toda una generación de no tener acceso a educarse.
Organizaciones como la OMS defienden que se mantengan las aulas abiertas. Hans Kluge, director para Europa de la organización, se refirió a los efectos en la salud mental y las consecuencias sociales que tiene el confinamiento en los niños y jóvenes. Consideró que el confinamiento debe ser la última opción.